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Hoy por hoy, el único tratamiento para la enfermedad celíaca es seguir una dieta sin gluten de forma estricta y sin transgresiones durante a toda la vida. Actualmente un 7% de la población debería seguir esta dieta por prescripción de un especialista. En los últimos años la industria alimentaria, al detectar esta necesidad, ha mejorado la oferta de productos sin gluten específicos. Sin embargo, los productos específicos sin gluten son más caros que los productos que no contienen esta proteína, lo que equivale a pagar por persona unos 1.087,72€ más anuales en la cesta de la compra.
El precio de los productos específicos sin gluten
FACE, entidad colaboradora de la Associació Celíacs de Catalunya, realiza anualmente un estudio de la evolución de los precios de los productos específicos tomando como base una dieta de 2000 a 2200 calorías. En el informe de precios 2024 declara que el coste de los productos sin gluten ha incrementado 167,57€ respecto al año 2023, siendo 1.704,40€ el gasto anual destinado a la adquisición de productos específicos sin gluten en 2024. Por otro lado, los precios de los productos sin gluten se han estabilizado e incluso disminuido en muchos de ellos.
El informe publicado en marzo de 2024 concluye que la cesta de la compra de una persona celíaca puede aumentar más de 22,66€/semana, 90,64€/mes y 1.087,72€/año.
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Semanal |
Mensual |
Anual |
Compra sin gluten |
35,51 € |
142,03 € |
1.704,40 € |
Compra con gluten |
12,85 € |
51,39 € |
616,68 € |
Diferencia |
22,66 € |
90,64 € |
1.087,72 € |
Fuente: Informe de precios sobre productos sin gluten 2024. FACE.
Además, como la enfermedad celíaca tiene un componente genético, es habitual que en una misma familia haya más de una persona celiaca y esto hace que la cesta de la compra se encarezca de manera exponencial según el número de familiares afectados.
Ausencia de ayudas en España
Actualmente en España las personas celiacas no cuentan con ninguna ayuda para hacer frente a su tratamiento, una estricta dieta sin gluten.
El Defensor del Pueblo, en el informe “Estudio sobre la situación de las personas celíacas en España” publicado en abril 2017, constata “la ausencia de medidas de apoyo público en España”. Las asociaciones y colectivos representantes de los enfermos celiacos que participamos en este estudio mostramos que hay diferencias importantes entre los países dentro del territorio de la Comunidad Europea y reclamamos que la implicación del gobierno es esencial para determinar la protección de las personas afectadas de celiaquía.
El Gobierno central ya reconoce el agravio económico que sufren las personas celiacas puesto que a los miembros de dos instituciones bajo su amparo, Ministerio de Defensa y MUFACE, les proporciona una ayuda económica directa. Las ayudas a militares y funcionarios/as celiacos/as del Estado, que no se hacen extensivas al resto de ciudadanos, están en la línea de las ayudas que ya se han implementado para todo el colectivo celiaco en muchos países de Europa, como es el caso de Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza.
Además, el informe del Defensor del Pueblo confirma que la asistencia o apoyo del Sistema Nacional de Salud tendría que basarse en ayudas directas, según lo que está permitido dentro del ordenamiento jurídico. También recoge que, hasta el momento, se han realizado dos tipos de acciones públicas en territorio nacional:
En el ámbito autonómico, no hay ayudas para personas celíacas. Aun así, en el ámbito local, es posible encontrar, de forma periódica y puntual, algún programa de ayuda para favorecer el acceso a los alimentos específicos.
Dentro del territorio catalán nuestra entidad impulsa y trabaja con las autoridades competentes para mejorar la calidad de vida del/la paciente celiaco/a tanto en el ámbito autonómico mediante Propuestas de Resolución en el Parlamento como en el ámbito local mediante Mociones en los Ayuntamientos. Hoy por hoy, todas las Mociones aprobadas contienen un punto específico para asegurar la dieta en personas vulnerables, puesto que el seguimiento de la dieta sin gluten se complica todavía más en familias con pocos recursos, donde muchas veces es inviable llevarla a cabo. Además, entidades como el Banco de Alimentos o sus entidades beneficiarias no tienen la capacidad de suministrar producto sin gluten (pan/harina o pasta) de manera continuada, puesto que dependen de las donaciones puntuales de entidades mercantiles y no tienen programas específicos para celiacos. Este hecho supone que los celiacos en situación de vulnerabilidad transgredan la dieta de manera continuada, hecho que puede derivar a corto, medio y largo plazo en consecuencias de salud graves.
Material de consulta: